El científico que recibe el crédito de ser primer padre de la electricidad y magnetismo fue el inglés William Gilbert, que fue un físico y hombre sabio en la corte de la reina Elizabeth (siglo XVI). Antes de él, todo lo que se sabía de la electricidad y el magnetismo era lo que conocían los antiguos, que la magnetita poseía propiedades magnéticas y que el ámbar y el azabache, cuando se frotaban, atraían pequeños pedazos de papel u otras sustancias de gravedad específica leve. El gran tratado de William Gilbert fue “De magnete, magneticisique corporibus”, o “Sobre el imán”, impreso en latín en 1600, contenía los frutos de sus investigaciones y experimentos de muchos años, y ciertamente aportaba las bases para una nueva ciencia.
W. Gilbert fue el primero en acuñar el término “electricidad” que proviene de la palabra griega élektron que significa precisamente ámbar. Gilbert escribió sobre la electrificación de múltiples sustancias en su tratado “De magnete, magneticisique corporibus”. También fue la primera persona en emplear los términos: “fuerza eléctrica”, “polo magnético” y “atracción eléctrica”. William Gilbert fue un pionero del método experimental y el primero en explicar el funcionamiento de la brújula magnética.
Según el doctor David P. Stern de la NASA: “William Gilbert estaba fascinado por los imanes. Gran Bretaña era una nación marinera, y en 1558, tras la derrota de la Armada española, se abrió el camino al establecimiento de colonias británicas en América. Los buques británicos dependían de la brújula magnética, aunque aún no se comprendía su funcionamiento.
¿Se sentían las agujas atraídas por la estrella polar (como había especulado Colón), o existía una montaña de magnetita en el polo, a la que los buques no debían aproximarse, porque los marineros pensaban que les arrancaría sus navajas y demás objetos metálicos? ¿Interfería el olor del ajo con la acción de las brújulas, creencia a causa de la cual se prohibió a los timoneles comerlo cerca de ellas? Durante casi 20 años, William Gilbert realizó ingeniosos experimentos (entre ellos uno que aseguró que la acción del ajo no interfería en las brújulas) encaminados a la comprensión del magnetismo. Hasta entonces, hacer experimentos científicos no estaba de moda: en lugar de eso, los libros se basaban en las citas de las autoridades de la antigüedad, y así fue como se inició el mito del ajo”.
W. Gilbert fue el primero en acuñar el término “electricidad” que proviene de la palabra griega élektron que significa precisamente ámbar. Gilbert escribió sobre la electrificación de múltiples sustancias en su tratado “De magnete, magneticisique corporibus”. También fue la primera persona en emplear los términos: “fuerza eléctrica”, “polo magnético” y “atracción eléctrica”. William Gilbert fue un pionero del método experimental y el primero en explicar el funcionamiento de la brújula magnética.
Según el doctor David P. Stern de la NASA: “William Gilbert estaba fascinado por los imanes. Gran Bretaña era una nación marinera, y en 1558, tras la derrota de la Armada española, se abrió el camino al establecimiento de colonias británicas en América. Los buques británicos dependían de la brújula magnética, aunque aún no se comprendía su funcionamiento.
¿Se sentían las agujas atraídas por la estrella polar (como había especulado Colón), o existía una montaña de magnetita en el polo, a la que los buques no debían aproximarse, porque los marineros pensaban que les arrancaría sus navajas y demás objetos metálicos? ¿Interfería el olor del ajo con la acción de las brújulas, creencia a causa de la cual se prohibió a los timoneles comerlo cerca de ellas? Durante casi 20 años, William Gilbert realizó ingeniosos experimentos (entre ellos uno que aseguró que la acción del ajo no interfería en las brújulas) encaminados a la comprensión del magnetismo. Hasta entonces, hacer experimentos científicos no estaba de moda: en lugar de eso, los libros se basaban en las citas de las autoridades de la antigüedad, y así fue como se inició el mito del ajo”.
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