El pelotero dominicano Sammy Sosa integra una lista de positivos a esteroides en análisis hechos en 2003 como un plan piloto por la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas de béisbol, según difundieron ayer martes medios de prensa estadounidenses.
De acuerdo a una información de ESPNdeportes.com, publicada también por la página web del diario The New York Times, el pelotero está entre los jugadores que dieron positivo a pruebas para detectar drogas para mejorar el rendimiento deportivo.
Según el reporte, Sosa, quien nunca dio positivo a pruebas oficiales de las Grandes Ligas a pesar de las sospechas que recaen sobre él, podría enfrentar problemas debido a su testimonio en el Congreso en el 2005, cuando testificó bajo juramento que nunca había utilizado dichas sustancias.
“Para estar claro”, dijo en aquella ocasión, “nunca he tomado drogas para mejorar el rendimiento. Nunca me he inyectado ni nadie me ha inyectado a mí con nada”.
Sosa había declarado recientemente a un corresponsal de ESPNdeportes.com en Santo Domingo que esperaba pacientemente su ingreso al Salón de la Fama del béisbol y que estaba cercano a anunciar su retiro oficial de los diamantes.
De confirmarse que forma parte de los 104 positivos, Sosa podría ser referido al Departamento de Justicia debido a que su testimonio ante el Congreso se produjo con posterioridad a la prueba.
En una entrevista reciente, el jugador anticipó que estaba dispuesto a defenderse de toda acusación en su contra.
El examen realizado en 2003 incluye a Sosa, que entonces jugaba con los Cachorros de Chicago, en un grupo de jugadores que han sido acusados en el pasado de utilizar sustancias para mejorar su rendimiento, entre los que figuran Roger Clemens, Barry Bonds, Alex Rodríguez, Mark McGwire y Rafael Palmeiro.
Los resultados de estos análisis son el centro de una acción judicial, ya que fueron realizados en el 2003 como un programa piloto para determinar si era necesario que se establecieran estas pruebas en el béisbol profesional.
Aunque se suponía que los resultados iban a ser destruidos, esto no ocurrió, y posteriormente agentes federales que investigaban la distribución de las sustancias prohibidas en la costa oeste se apoderaron de las pruebas como parte de la indagatoria.
En el 2007 el toletero dominicano regresó a las Mayores luego de tomarse un año de descanso y como bateador designado en 114 juegos cosechó promedio ofensivo de .252, con 21 jonrones y 92 carreras remolcadas con los Rangers de Texas.
El 20 de junio de ese año pegó su jonrón 600 en las Mayores -ya tiene 609- club al que sólo han ingresado Barry Bonds (762), Hank Aaron (755), Babe Ruth (714), Willie Mays (660) y Ken Griffey Jr. (611).
En la actualidad, Sosa se desempeña como embajador comercial de la República Dominicana en busca de nuevas oportunidades económicas para su país de origen.
De acuerdo a una información de ESPNdeportes.com, publicada también por la página web del diario The New York Times, el pelotero está entre los jugadores que dieron positivo a pruebas para detectar drogas para mejorar el rendimiento deportivo.
Según el reporte, Sosa, quien nunca dio positivo a pruebas oficiales de las Grandes Ligas a pesar de las sospechas que recaen sobre él, podría enfrentar problemas debido a su testimonio en el Congreso en el 2005, cuando testificó bajo juramento que nunca había utilizado dichas sustancias.
“Para estar claro”, dijo en aquella ocasión, “nunca he tomado drogas para mejorar el rendimiento. Nunca me he inyectado ni nadie me ha inyectado a mí con nada”.
Sosa había declarado recientemente a un corresponsal de ESPNdeportes.com en Santo Domingo que esperaba pacientemente su ingreso al Salón de la Fama del béisbol y que estaba cercano a anunciar su retiro oficial de los diamantes.
De confirmarse que forma parte de los 104 positivos, Sosa podría ser referido al Departamento de Justicia debido a que su testimonio ante el Congreso se produjo con posterioridad a la prueba.
En una entrevista reciente, el jugador anticipó que estaba dispuesto a defenderse de toda acusación en su contra.
El examen realizado en 2003 incluye a Sosa, que entonces jugaba con los Cachorros de Chicago, en un grupo de jugadores que han sido acusados en el pasado de utilizar sustancias para mejorar su rendimiento, entre los que figuran Roger Clemens, Barry Bonds, Alex Rodríguez, Mark McGwire y Rafael Palmeiro.
Los resultados de estos análisis son el centro de una acción judicial, ya que fueron realizados en el 2003 como un programa piloto para determinar si era necesario que se establecieran estas pruebas en el béisbol profesional.
Aunque se suponía que los resultados iban a ser destruidos, esto no ocurrió, y posteriormente agentes federales que investigaban la distribución de las sustancias prohibidas en la costa oeste se apoderaron de las pruebas como parte de la indagatoria.
En el 2007 el toletero dominicano regresó a las Mayores luego de tomarse un año de descanso y como bateador designado en 114 juegos cosechó promedio ofensivo de .252, con 21 jonrones y 92 carreras remolcadas con los Rangers de Texas.
El 20 de junio de ese año pegó su jonrón 600 en las Mayores -ya tiene 609- club al que sólo han ingresado Barry Bonds (762), Hank Aaron (755), Babe Ruth (714), Willie Mays (660) y Ken Griffey Jr. (611).
En la actualidad, Sosa se desempeña como embajador comercial de la República Dominicana en busca de nuevas oportunidades económicas para su país de origen.
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